¿Sueles salir de noche? En mi caso me gusta salir por la tarde a pasear, pero en la medida de lo posible prefiero llegar a casa antes de que anochezca.
Recuerdo aquel 31 de diciembre en el que fui de noche a la iglesia a terminar el año en oración. Era de noche, y todo el mundo estaba en sus casas o con amigos en el centro de la ciudad, preparados para recibir el año nuevo. Las calles estaban desiertas, y ese camino que había hecho miles de veces, en ese momento de la noche, asustaba un poco. Con todos mis sentidos alerta, caminé rápidamente durante casi 10 minutos, hasta llegar a la puerta de la iglesia. ¡Fue tan bueno verla iluminada y encontrarme allí con otros hermanos!
En nuestra vida a veces nos toca atravesar momentos de oscuridad. La Biblia dice: “Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él […] Si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:5 y 7).
Querido(a) amigo(a), cuando te veas envuelto por las tinieblas, ¡camina, no te quedes parado! Sigue avanzando, acelera el paso, camina en la luz del Señor. ¡Y si puedes hacerlo en comunión con otros hermanos de la iglesia, mucho mejor! La comunión con tus hermanos te hace brillar aun con más fuerza.
Aprovecha en este día para dar gracias al Señor por todas las personas que Él ha puesto en tu vida que son de bendición para tu vida, y en especial por tus hermanos en la fe.
¡Eres un Milagro!